Indicios de sequía

Tenía mucho rato de no asomarme aquí, a este diario en Naturalista. Prácticamente dos años desde la última vez que publiqué una entrada. Esta vez lo hago con preocupación, sin que pretenda alarmar o hacer drama.
Este mediodía, como apunté en mi más reciente observación, tuve un hallazgo extraordinario.
Donde vivo desde hace cincuenta y cuatro años originalmente encontraba uno muchos chapulines, pululaban en jardines y calles, eran una sensación para nosotros niños jugando y andando en bicicleta, divertidos con las reacciones de horror de las niñas cuando, en temporadas de lluvias, se veían asaltadas por chapulines brincando a su paso o trepando por sus faltas y vestidos y cabelleras. Pero, eso terminó un buen día. De la noche a la mañana a mediados de los ochentas desaparecieron todos los chapulines y con ellos aminoró la población de catarinas y otros insectos benéficos para los jardines.
Lo anterior coincidió con el aumento de la zona urbana y la depredación de los alrededores naturales y las colinas por parte de los insaciables inmobiliarios. Años después, a mediados de los noventa, empezaron a aparecer grillos. Las noches volvieron a ser melódicas, ruidosas, pero no eran chapulines los que cantaban, sino grillos, algunos más bien saltamontes. Abundaron y las lluvias también. Luego, hacia la primera década del siglo XXI también desaparecieron.
En el ínterin, y esto ya lo conté en otro apunte, comenzaron a aparecer la cucaracha europea, en franca plaga, la siguió el alacrán que he descrito aquí en mi tablero, llegaron a hacer nido en mi jardín abejorros que motivaron llamar a los bomberos para eliminar el nido y años antes avispas hicieron un panal sobre una ventana alta. Ocurrió la batalla campal entre hormigas que narré en otra observación. Aparecieron las sserpientes africanas descritas también en mi tablero y ahora, lo más reciente y raro como decía al principio: una langosta.
Dice el dicho que una golondrina no hace verano, pero ello no aplica a las langostas para las que es sabido que la sola aparición de una es augurio de sequía próxima y hambruna.
Dije que me preocupa este hallazgo, este indicio porque en los tiempos que vivimos, con los efectos de la pandemia de Covid-19 y sus variantes, la recesión mundial, los efectos económicos de la guerra en Ucrania y la crisis de las redes de distribución de alimentos, fertilizantes, muchos vemos venir desde hace tiempo una secuencia de acontecimientos serios y la proximidad de una hambruna mundial.
No quiero pecar de apocalíptico o conspiracionista, pero este indicio no deberíamos tomarlo a la ligera en México, porque bastante estamos padeciendo ya por lo dicho en el párrafo anterior y otros factores de política interna como para que además se sume un problema agrícola.
La Ciudad de México está rodeada de zonas agrícolas, Milpa Alta, por ejemplo, que surten a la gran capital de alimento, muy aparte de las importaciones de otros países. México como país ha dejado de ser autosuficiente en varios productos por el descuido gubernamental y empresarial del campo desde hace varios sexenios. Estamos avisados que este será un año seco por causa del cambio climático y el comportamiento del Sol. Una langosta en primavera podría ser el temprano aviso de que, a pesar de los huracanes, las lluvias no llegarán, la producción agrícola sufrirá mermas y la carestía se agravará a pesar de decretos como parches en la canasta básica.

הועלה ב-מאי 26, 2022 10:16 אחה"צ על ידי vetanaturalista vetanaturalista

תצפיות

תמונות/קולות

מתצפת.ת

vetanaturalista

תאריך

מאי 26, 2022 04:09 אחה"צ CDT

תיאור

Este mediodía, mientras trabajaba en mi huerto urbano, uno de mis gatos se mostró inquieto y cazó una langosta. Es la primera vez que veo en mi casa, en mi jardín o en esta zona una langosta en 54 años que llevo viviendo aquí. La fotografía que empleo es con licencia Creative Commons, de distribución gratuita, pues mi celular se descompuso y no tengo cámara. Retrata justo el insecto que vi de aproximadamente siete centímetros de largo y color gris parduzco. Ahora entiendo por qué, días atrás, algunas de mis plantas aparecían mordidas, yo pensaba que eran grillos o algún otro pariente que alguna vez compartí aquí similar al Ligocatinus espinatus y el cual he visto tanto en forma de ninfa como adulto. Imagen de Gerardo Antonio Romero en Pixabay.
Minutos después una amistad me hizo favor de tomar una foto con su celular al insecto muerto, lo que quedó tras jugar con él el gato. Así pueden contrastar y sacar sus propias conclusiones.

תגיות

תגובות

לא קיימות הערות בינתיים

הוספת תגובה

כניסה או הרשמה להוספת הערות